El niño, junto con sus nuevos compañeros (Liam, Verdi y el cabalgavacas Hauser), se convirtió. Cuando el niño siguió a las ratas, se vio perdido de repente en un extenso y misterioso bosque, donde encontró una corona mágica que le proporcionó el poder de que la gente obedeciera sus órdenes. Un día, mientras jugaba solo en su dormitorio, se vio interrumpido bruscamente por una familia de sucias ratas. Érase una vez, en un pueblo pequeño y ordinario, un niño pequeño y tímido que no tenía amigos.
más información...