Pero de la muerte de Dios también ha brotado un nuevo tipo de vida: Los Cazadores. La esencia malévola que sangra de su cadáver da a luz a abominaciones inhumanas que deambulan por la tierra, cazando y devorando cualquier cosa humana. Sin Dios, el mundo se torció y cayó en el caos. Dios está muerto, y fuimos nosotros quienes lo matamos. Parecen humanos, pero no lo son. Son mucho menos y mucho más. El significado de su vida es vencer la Oscuridad cada vez mayor y proteger a la humanidad, a tod.
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