Hay suficiente potencia de fuego apilada aquí para hacer volar esos cascarones sin alma al infierno y de regreso; y les estamos dando a todos. Somos alimento pero no por mucho tiempo. En carne desgarrada y embolsada en llagas supurantes y el terror de nuestra época, nuestros cuerpos no pueden detener el flujo de la oscuridad ni detener las mareas de la muerte. Y Los Muertos se hicieron carne y habitaron entre nosotros. Los pueblos y ciudades están ardiendo y el final se acerca desde hace much.
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